Todo orientador u orientadora debe conocer y reconocer cuales son las cualidades en las que se destacan, como futuros orientadores nos vamos a enfrentar a desafíos por eso es muy importante reconocer cuáles son nuestras fortalezas y debilidades para que podamos ir trabajando en ello. La orientación a nivel nacional es muy despreciada por muchos docentes e incluso por los alumnos y nuestro principal objetivo es hacer el cambio y cambiar la perspectiva que tienen muchas personas.
En la actualidad se requiere de
diversos elementos para ser un buen profesional en el ámbito de orientación, un
buen profesional se destaca por ser una persona dispuesta a brindar ayuda a sus
clientes sin incluirse personalmente en el problema de la persona que desea ser
orientada es muy importante recalcar que para lograr esto debemos pasar por un
desarrollo personal para que no podamos mezclar lo profesional con lo personal,
también se requiere de organización y planificación del tiempo para que se
pueda cubrir todas nuestras actividades laborares sin ser descuidarlas, nuestra
personalidad influye de gran manera en nuestro trabajo, por dicha razón debemos
ser personas que transmitamos confianza y seguridad para que nuestros alumnos o
clientes puedan sentirlo.
Nuestro labor no es aconsejar,
nuestro trabajo es brindar un asesoramiento en las tomas de decisiones y ayudar
a nuestros clientes a encontrar soluciones a sus dificultades, cuando nos
encontramos con familiares y amigos normalmente lo que hacemos es brindarles
consejos y muchas veces tienden a causar problemas, por dicha razón es que como
orientadores no es recomendable orientar o asesorar a nuestros familiares o
también porque podemos estar ligados sentimentalmente en el problema y no vamos
a prestar la atención necesaria.
El
desarrollo personal es muy importante para poder realizar una excelente labor,
ya que nos permite sentirnos seguros, estables, capaces y conocernos nosotros
mismos, para ejercer esta profesión debemos capacitarnos y trabajar en nuestras
emociones esto implica ser felices, ya que la felicidad nos permite tener buena
salud mental, podemos relacionarnos mejor con las otras personas, como
consecuencia a esto muchas veces genera buenos sentimientos en nosotros y nos permite transmitir felicidad a personas que no la tienen. Como orientadores
estamos expuestos a desafíos muy difíciles que debemos trabajar y es nuestra
forma de ver las situaciones, nuestro desarrollo personal y sobre todo las
emociones.
Finalmente,
para ser un buen orientador debemos desarrollar ciertas cualidades entre
nosotros mismo y que debemos trabajar arduamente para lograr transmitir lo que
deseamos, en este proceso de formación debemos empezar a trabajar en nuestro
desarrollo personal y dedicarnos a ser felices. Cabe acotar que es muy
importante que desarrollemos las cualidades que debe poseer un orientador
porque esto nos ayudará a alcanzar u obtener un buen trabajo con nuestros clientes
y así ellos y ellas se puedan sentir en un ambiente favorable y orientados.
Imágenes recuperadas de Google
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